"Siempre hay alguien al otro lado" es una frase que a los devotos de Milenio 3 conocerán bien.
La pequeña lata que hoy nos visita, es testigo directo de un expediente X. Al más puro estilo Mulder resolverá el entuerto en un periquete.
¿Será una nave misteriosa?, ¿ Dios?, ¿un individuo haciendo fotocopias?...
¿quién sabe?, todo un misterio.
Lugar: adyacente Paseo Independencia. (No me es permitido revelar el lugar por temas de seguridad).
Se agacha para coger impulso y poder superar los retos que se le presentan. Busca tener fe en misma para poder avanzar.
¡Ánimo lata estoy contigo!
Lugar: inmediaciones calle Alfonso, Zaragoza.
No todo el mundo está deprimido por la crisis. Las latas Freeway de naranja tienen un 8% de fruta contenta !!
A ver si nos pegan algo de alegría a los demás !!!
¡gracias lata freeway!
(Si se ve pequeño, pinchar la imagen)
Lugar: Plaza San Pero Nolasco, Zaragoza.
Las latas al igual que los seres humanos tienen sus propias teorías, pensamientos y filosofías.
La lata platónica que vemos hoy, acaba de tener una visión, un momento de lucidez. Se ha dado cuenta que su visión es simplemente una ilusión. Al no conocer otra cosa, esa es su realidad, aunque falsa, su realidad. Para ella el reflejo de su ser es la verdad. Debería poder moverse y ver la auténtica realidad, el Bien. Sería muy duro salir de la cueva y ver una nueva realidad, pero lo necesita sin demora, desea darse cuenta que existe otra realidad, la realidad con mayúsculas de la que está siendo privada.
Lugar: calle San Juan Bruil, Zaragoza.
Una chapa, el cartón y el cubo de basura. Tres amigos inseparables de una lata. Bueno, realmente la chapa es un piercing al que tiene gran aprecio. Hoy es un homenaje a los gurus de la cocina y su desconstrucción en los platos. Las latas también están a la vanguardia. Vemos todo menos la lata.
Lugar : calle Felisa Galé, Zaragoza.
Las latas son como las personas, unas son buenas, otras no tanto, unas hablan de amor y otras lo sufren.
En esta ocasión nos encontramos ante una lata, por qué no decirlo, escurridiza. No es habitual ver a una lata monstruosa salir de su guarida para poner un poco de orden en las calles zaragozanas.
El trasiego, el ir y venir de los viandantes han despertado a la bestia que, a pecho descubierto, a tumba abierta, desea poner orden, como diría Francisco Céspedes, en esta vida loca.
Lugar: calle cinco de marzo, Zaragoza.
Para algunas, las últimas horas de la noche son la primeras del día. Cuando el crepúsculo llega a su fin, cuando las tinieblas nos dicen adiós, es hora punta para las latas currantes. Aquí vemos un ejemplo de cómo se levanta el país. La lata, fuerte ella, de 37,5 cl, ha colocado en orden todas las cajas para que el camión las recoja sin falta y las lleve a su destino.
Para que quede constancia de quién lo ha hecho, ha firmado con su nombre. Somos tocayos.
Lugar: calle Mayor de Zaragoza, con la Iglesia de la Magdalena al fondo.
Haciendo uso de tiempo de descanso podemos ver a esta alegre lata con una amplia sonrisa. Son muchos los que han probado su servicio y no son pocos los que corroboran el gran servicio de esta lata taxista.
Esta lata ha oído de todo, si las latas hablasen...
Lugar: Avenida La Jota, Zaragoza.
